Mes: agosto 2007

Apuntes sobre El Último Tango en París

Hay una escena en El Último Tango en París que me sobrecoge por su intensidad y el abanico de significados que tienen dentro de la película de Bertolucci. Esta es la secuencia en la que Marlon Brando, bajo la luz tenue que entra en el apartamento en el que tiene sus encuentros con Maria Schneider empieza a hablar pausadamente, casi con desgana, de su infancia. Hasta ese momento el desarrollo de la película ha trazado cuáles son los límites de los dos personajes y el territorio al que están confinados: existen porque se encuentran en ese apartamento, fuera de él cada uno tiene una existencia alejada del otro.

Everything outside this place is bullshit.

El personaje de Brando es el primero en establecer esas fronteras entre lo que es y lo que no es real: lo que ocurre en el afuera sencillamente no existe, es falso. Nada de nombres, nada biografías, lo verdadero es esto y ahora. En el transcurso de la película, el personaje de Brando se encarga de reforzar esta advertencia ante la ingenuidad del personaje de Maria Schneider, quien aún no comprende que el único tiempo entre ellos dos sólo puede ser el instante (el Aion de los griegos) y que tratar de aprehender esa experiencia, darle forma (quién, por qué, cómo, antes, después) es convertirlo en Historia y por tanto, aniquilarlo.

En la escena comentada, Brando quebranta su propia ley creándose a sí mismo una biografía, dejando entonces que el afuera entre en el apartamento, que entre los dos haya una Historia y por tanto, la muerte. Maria Schneider aún no es consciente de cómo ese Brando recostado bajo la luz del atardecer (que me gusta considerar como metáfora del ocaso del instante eterno que el protagonista deja escapar suavemente con su confesión dilatada) está rompiendo las reglas de supervivencia del esto y del ahora que él mismo impuso.

yo soy martínez

yo soy martínez, yo soy garcía, me llamo pedro, me llamo manuel, me llamo javier; yo trabajo con ordenadores, yo conozco varias lenguas, ada, java, bash, y en ninguno he aprendido a llorar o a quejarme, a dar patadas al aire, a decir que no, que no. yo llevo corbata y zapatillas, yo trabajo de nueve a cinco, yo soy el rey del php, yo soy el orgulloso coleccionista de .avi’s, yo soy el gigante del Menéame, yo soy el experto en todo, yo soy el anónimo que comenta tu blog a las tres de la mañana, yo soy el que reside en la vigilia mientras el resto el universo duerme sus preocupaciones mundanas. yo soy el artífice de la nueva revolución tecnológica. yo soy la e-democracia. yo soy la generación web 2.0.

yo soy el bit y el omega.

yo soy la sombra que se proyecta desde el LCD sobre las paredes de mi apartamento, por donde trepan, ignorantes a mi presencia, las humedades y la desesperación. yo asisto y participo en induction programs, en trainings, en briefings, dejo clara mi postura, mi posición, mis puntos de vista, yo leo la Biblia de C, la Biblia de CSS, la Biblia del Hacker. yo sé qué significa CCNA, CCNP, Security+. yo me refugio en el soberbio rencor de los foros; cuando soy un animal yo me dejo fluir en las urls más bajas.

Foto: If u say so… por Beamillion

yo no sé pintar una valla. yo sé qué es un firewall. yo no sé cocinar una tortilla. yo sé quemar un cd. yo no me frustro y maldigo a la virgen, a todos los santos, al cáliz sagrado y todos los días de mi vida porque no logro que las arrugas desaparezcan, mágicamente, al vapor de la plancha. yo tengo una cuchilla de afeitar dentro del lavabo. y un cepillo de dientes. y un pantalón gris. yo tengo una percha de plástico donde cuelgo y descuelgo la única camisa que poseo, todos los días, como un ritual incorruptible, sin detenerme a contar cuántas veces, durante cuántos años, he ejecutado este acto tan cargado de tristeza.

yo soy martínez, yo soy garcía, me llamo pedro, me llamo manuel, me llamo javier. yo soy uno de vosotros.

Prólogo

Por el momento, no más segmentos TCP/IP, risk analysis.
No más estudiar para certificaciones. No más how do you see yourself in five years time, I’d like to pursue a career in your company.

No más habitar un lenguaje que no quiero como propio.

No more Mr. Nice Spanish Guy.

No more bullshit.

Sin excusas. Sin heroicidades. Empezamos.