Mes: diciembre 2007

Entre bestias y tostón

Una de las actividades más exasperantes cuando se busca trabajo consiste en aprenderse todo el repertorio de hazagañas y maniobras para afrontar con cierto éxito una entrevista de boulot: lenguaje corporal, preguntas a realizar al entrevistador, tono utilizado, vestimenta, etcétera.

Como la mayor parte de mi experiencia profesional ha sido en el extranjero, estoy poco acostumbrado a la manera de entrevistar en España que, en cualquier caso, supongo que será mucho más flexible que fuera; es decir, las mentiras habituales que sonaban de maravilla en inglés o en francés, producen un efecto cómico en castellano.

Le he estado echando un ojo a una de esas milagrosas listas de consejos a tener en cuenta cuando uno está cara a cara con uno de esos señores encorbatados que se llaman García y que son gerentes de alguna empresucha y he estudiado (tanto tanto como estudiado… Digamos «revisado») los sabios consejos impresos; algunos realmente divertidos.

Go alone. Do not take children or friends.

Que quede claroclaro que llevar a los colegas de la banda de Latin-Kings no siempre ayuda.

Smile, be polite, and try to relax.

La verdad es que el mundo laboral se institucionaliza cada más para conseguir una homogeneidad perfecta. Llegará un momento en que todos los centros de poder o control (escuelas, hospitales, cárceles, grandes empresas) serán una y la misma cosa (los «parques tecnológicos», que ya disponen incluso de guarderías). Con esto quiero decir que ir a una entrevista de trabajo será, dentro de poco, prácticamente lo mismo que ir al doctor.

Bring your «Fact Sheet»

Es peligroso demostrar tus habilidades con el inglés con términos como «Fact Sheet». Decir «Hoja de hechos», además de literal, suena cateto. Si, por ejemplo, se nos ocurre decir: eh, he traído mi Fact Sheet conmigo, lo más probable es que suene a algo como «Fuck, Shit». No es algo bueno si el entrevistador sabe más de inglés que tú. Posiblemente no, pero más vale prevenir que curar (resulta sospechoso que este último consejo no venga en la lista).

* * *

Todo esto viene a cuenta de un artículo que he leído en la revista Manière de Voir que me compré en París para el TGV a Lyon y que no conocía. Es una revista del mismo grupo de Le Monde Diplomatique, y esto ya es garantía de una línea editorial de «izquierda dura»: Carlos Pardo, John Berger, Ignacio Ramonet entre otros. El equivalente español vendría a ser la revista Archipiélago de hace un par de años, cuando Agustín García Calvo estaba en la redacción. El artículo en cuestión se titula Joyeux Surexplotation Aux Etats-Unis (algo así como Feliz Explotación en los Estados Unidos) y discurre acerca de los nuevos modelos de negocio estadounidenses donde, bajo la premisa de hacer la vida más fácil al empleado (y no perderlo) van poco a poco apropiándose de la vida de los empleados (es decir, de su tiempo de ocio) mediante la oferta de fringe benefits desorbitados: servicios como guarderías, masajistas, psicólogos y otros; automóviles, actividades y vacaciones con otros miembros de la misma empresa, etcétera. La muerte de la empresa jerárquica y el nacimiento de la empresa tribal: el empleado no es ya un asalariado sino parte de una cultura de empresa, con su pensamiento mágico, su religión y sus tabúes.

* * *

A los franchutes no les caen muy bien los americanos y los americanos no saben donde está Francia: en una charleta de café escuché que la diferencia entre yankees y europeos era que los primeros actuaban antes de pensar, y los segundos pensaban y pensaban, y pensaban. No tengo claro qué modelo beneficia más a la economía (supongo que el primero, por disponer de mayores oportundidades para la creación de empresas, libres aranceles y toda la pesca), pero sí que es evidente cuál es más beneficioso para la construcción de una verdadera sociedad (sanidad pública, escuelas gratuitas, etcétera). Por eso una franchuta llamada Barbara Cassin escribió un libro llamado Google-Moi! que trata, entre otros menesteres, de las similitudes entre la creación del imperio Google y la creación del imperio Bush. Lejos de tratarse de un manual de berreos, la tipa, catedrática de filosofía, hace un análisis pormenorizado de los valores que fundamentan la empresa Google y los valores en los se basa la empresa Bush.

Por ejemplo: Organizar la información en el mundo, lo que vendría a ser la red Echelon, NSA, Freedom Act.

Por ejemplo: Don’t be evil (Cassin argumenta que la negación tética de ser «malo», constituye una prueba de fe de que, en efecto, existen «buenos» y «malos», c’est-à-dire, empresas buenas y empresas malas.

Google es el triunfo de la esquizofrenia capitalista.

(Yo tuve dos entrevistas con Google y por eso estoy resentido)

* * *

A mí a veces me gustaría decir a más de uno y una ¡Por qué no te callas! Lo que pasa es que soy todo corazón.

El límite de las Cien páginas

Debo ser idiota, puesto que me pregunto si existe en este planeta alguien a quien Los detectives salvajes de Roberto Bolaño le resulte aburrido, como pueden resultar aburridos el Ulises, la Muerte de Virgilio o El Castillo. No digo malo o pedante o forzado o de un humor enrarecido; sólo aburrido. La historia de dos poetas en busca de otra poeta. Bien. Hasta donde he podido llegar (página 100 en Anagrama y no puedo más, lo juro) hay un par de escenas de sexo, putas, miles de referencias a poetas conocidos y desconocidos y gente fumando marihuana. Poca chicha en cien páginas: un poeta novel que se une a un esperpéntico grupo de poetas donde hay dos tipos difusos, que más adelante se revelarán como los detectives salvajes. Se introduce en el mundillo literario y empieza a follarse a hijas de magnates o algo así. Oh, sí, espera, es un homenaje a algo o alguien. Hum. No, soy yo, sin duda.

Así que me surge la duda: ¿tiro el libro y robo el siguiente o continúo? Busco por internet por encontrar una opinión más opinada que me ilummine y me encuentro con esto:

Descubrir una transformación discursiva entre los lenguajes de demolición que constituyen esta novela significa indagar una situación social e histórica sin definición; se trata de un proceso progresivo que desmantela el pasado literario, aún cercano y lo envía a la papelera de reciclaje […] Es aquí donde la dialéctica narrativa (sic) de Los detectives salvajes rompe las trabas del ser humano y se redime por lo atrevido de la propuesta con un discurso donde las imágenes literarias se mueven para construir un nuevo saber, el de la caducidad.

Artículo

Que en lenguaje de la calle quiere decir: la novela trata sobre una historia.
No me convence. Vayamos al lado yankee, donde parece que hay menos mamoneo. (Traducción a la ligera)

Until recently there was even something a little Masonic about the way Bolaño’s name was passed along between readers in this country.
Bolaño era hasta hace poco un genio sólo para los elegidos.
[…]
He places us there, in Mexico City, and reminds us of the excitement and boredom, the literary pretentiousness and ignorance, the erotic ambition and anxiety of being a young writer or reader in the company of like-minded friends. The juvenile diarist who is our guide can write things that made this reader, at least, wince in painful recognition: «Depressed all day, but writing and reading like a steam engine.»
Nos sitúa en México D.F., y nos hace recordar la diversión y el aburrimiento, la pretenciosidad literaria y la ignorancia, la ambición erótica y la ansiedad del escritor joven entre colegas del mismo espíritu»
[…]
We are 120 pages in, and suddenly the book alters its form. The next 400 pages feature first-person interviews with scores of witnesses, friends, lovers, acquaintances and enemies of Lima and Belano.
Después de las primeras 120 páginas, el libro altera su forma. Las siguientes 400 son entrevistas con amigos, testigos, amantes, enemigos, etcétera de Lima y Belano.

The New York Times

No puede ser. ¿Me paré demasiado pronto? ¿Me resultó la historia demasiado conocida, demasiado acorde con la realidad literaria hispanófona como para no entusiasmarme? Si aguanto otras 20 páginas, ¿tendré que escribir un nuevo post rebatiéndome a mí mismo? Me niego. Nada, nada, yo acudo a mis amigos los franceses, esos sí que saben de verdad.

La partie centrale (et principale) de ce livre choral retrace ensuite les aventures de ces deux clochards célestes à travers le monde, et cela sur une période de 20 ans.
La parte central y principal de este libro coral traza las aventuras por el mundo de los estos dos clochards y esto por un período de 20 años.

Le petit bulletin

Así que sólo me queda decir: mierda. Tengo que aprender otra lengua para encontrar a alguien que esté de acuerdo conmigo. Sostenella y no enmendalla, como Julio César Álamo, el poeta viscerrealista de la novela de Bolaño, Los detectives salvajes que criticaba o alababa los poemas de los alumnos de su taller según el humor del que estuviera, que odiaba a Octavio Paz y que expulsó a media clase porque le tacharon de ignorante.

Habrá que seguir leyendo.

Foto de Los días de la semana y otros fragmentos

Somos lo que nos dicen. Escribir es un acto de traducción del mundo y el escritor está, a un mismo tiempo, en una posición privilegiada y maldita, puesto que él forma también parte de ese mundo, y él también es escrito.

Sobretodo por el rollo de juntarse de vez en cuando y criticarse los textos q eso molaba mientras tomabamos cafe y bollo, etc…

Cuanto menos trabajo mas pienso, cuanto mas pienso, mas me doy cuenta que los irlandeses y yo (al menos en el trabajo) no hacemos migas, parecen chicos buenos que me matan de aburrimiento. Parece que vengan al trabajo, porque les pilla de paso.

Aún así, cada vez que hablamos por teléfono, siento que hay un nexo, que igual antes ni existía. Y te cuelgo con una sonrisa.

L’autre jour, je n’avais pas fini de répondre à ton mail : dans le recueil de Borges, «el libro de arena» est la nouvelle que je préfère. Elle m’interesse car elle parle de l’infini et des livres.

I have a moral dilemma. Maybe you could give me an advice, something. There is this guy in our anime-club. He is 20 and he never been to our weekly meetings.

Con decirte q me he bebido 2 cervezas en 2 meses…. ya ni bebo, ni fumo, ni tomo drogas, por supuesto. Pero soy feliz comiendo bolitas de gusanito y paseando por el retiro, en serio.

Vale, cuenta conmigo. Si al final lo del teatro no sale y localizas a alguien para tomar algo también bien. Te doy mi teléfono ya por si acaso, para estar en contacto.

No creo que vaya… Ahora estoy en Dublin y ya tengo alojamiento… No te
preocupes… No quiero interferir en tu vida.

Raul que te quiero mucho y te hecho mucho de menos hasta tal punto que antes que pasara lo de la aabuela, papa me queria sacar un billete para ir a verte, pero ya sabes como funciona lo de esta» familia mia» por llamarlos de alguna manera porque mi familia es menos extensa de lo que ellos se creen, menos mal que la maribel esta dando un poco el callo, pero bueno ya te contare , como la abuela dice que se viene pues lo tengo jodido para verte hasta septiembre.

Cuando me paso de listo.

Giacometti por igual niega la inercia de la materia y la inercia de su nada pura; el vacío es lo pleno, flujo desplegado; lo pleno en el vacío orientado. Lo real fulgura.

Para ser honestos, esta afirmación no me diría absolutamente nada de no saber a priori quién habla y de quién se habla: Jean-Paul Sartre sobre Alberto Giacometti, escultor cuya obra expone el Pompidou de París y que he tenido la fortuna de visitar este fin de semana.

No me diría nada porque, en primer lugar, la cita está inserta en el discurso sartreano al que, por norma, soy a un mismo tiempo ignaro e inmune – el vacío es lo pleno me resulta un oxímoron demasiado new age, demasiado tao-, y por tanto hay que saber bien a dónde apunta cuando habla de materia, nada o vacío. Por otro, no añade gran cosa a la ya de por sí difícil obra de Giacometti.

Y en segundo lugar porque ya me había formado una opinión de la obra de Giacometti, y por consiguiente, un prejuicio del que no quiero abdicar tan prontamente. Las famosas figuras de Giacometti me impresionan porque están desprovistas de todo lo que las puede hacer humanas: ausencia de carne, rigidez extrema, falta de movimiento o impostura del mismo, expresiones borradas, es decir, un fantasma del cuerpo, una huella débil del hombre, espíritus o almas apenas recubiertos con una película de bronce o de barro. Y, sin embargo, se sabe, se siente que son figuras humana (recuerdan demasiado quizá a los modelos de fotografías de las hambrunas, ya sean del primer mundo, ya sean del tercero): puede que sean nada, pero son, existen.

Tal como en el oxímoron taoísta de Sartre.

(Ay).