Alma alérgica

Ya quedan pocas cosas por llevar a la nueva casa, y las que restan -libros de la primera carrera, apuntes de la segunda, papelajos sin sentido, poemas que no cuajaron- tienen los días contados: acabarán macerando en un contenedor de reciclaje o quemados.

Tomo algunos al azar.

Esto estaba escrito en una balda del mueble:

Volver / a las ramas y esquejes / esta es la corteza, esta es la savia / que volutas de aire…

Y la tinta del insomnio escribe páginas de insondable belleza…

Un bote de colonia que nunca se acaba sobre otra balda, que tampoco se acaban.

Fa. Frescor. Agua de colonia. Limones del Caribe.

Una carta que no terminé. Ni terminaré.

En ocasiones me sucede que escribo algunas notas y despúes las olvido, meses después, dudo acaso que en efecto yo haya sido el autor y no algún escritor a quien haya plagiado inconscientemente.

Las obras completas de Celan. Las pongo en alemán – ¿qué si no? ¿Esperábais que me bajase de la burra y lo pusiese en castellano? ¿En vulgar y tosco castellano? ¡Por favor!

Soviel Gestirne, die
man uns hinhält. Ich war,
als ich dich ansah -wann?-
draussen bei
den ander Welten

Tantas estrellas que
nos ofrecen. Yo estaba
cuando te miré -¿cuándo?-
fuera en
los otros mundos.

(Con poesías como ésta y ciertas canciones, joder, parece que el mundo te leyó la mente antes de nacer. Como si en efecto tu biografía ya estuviera contenida en alguna suerte de biblioteca de Babel. Como si ser y pensar fueran una y la misma cosa, Parménides)

Otro Parmenídeo, fíjate qué casualidad, en una factura.

Vodafone piensa en ti y en lo que necesitas cada día.

Creo que Vodafone piensa mucho. DEMASIADO. Sería gracioso llamar al número de teléfono que indican en la factura y preguntar: «Bien, dígame, qué es lo que necesito hoy». Y que en efecto te lo dijeran. Pero me da, no sé por qué, que va a ser lo contrario de lo que pienso, y por tanto lo contrario de lo que necesito. De lo que soy.

«En torno a mi trabajo como pintor». De Antonio López. Un libro que por fin no habla sobre la pintura sino en torno al trabajo de pintar. Es decir, pinceles, chinchetas, hilos de bramante. Struggling for life, struggling for art.

Me voy. Lo cierto es que me pongo demasiado íntimo y menos decadente de lo que debería, y aunque mantener el blog no me supone gran problema ahora temo entrar en barrena y utilizar esto para despropósitos de resaca. Es cierto, adoro recibir correos y escribirlos. Por ejemplo, pienso en algunas cosas que comencé en Lyon y no terminé. Me estoy convirtiendo poco a poco en una puta de mi propia laxitud y pasividad moral – ¿debería prepararme unas oposiciones o adquirir una uve pé o, por aquello de tener algo que hacer? ¿Pensar en Hacienda como entelequia total? ¿Casarme? ¿Irme al extranjero otra vez? ¿Montar una productora de cine X?-.

E tu, Brute?

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.