GREENWICH AVENUE
Estoy muy satisfecho de mí mismo.
Yo era un ser seco, huraño y solitario
que envidiaba a los otros su alegría.Pero rectifiqué. Me costó mucho
adquirir compañía y cara alegre.
Y así he gustado aquellos dulces bienes
que envidiaba a los otros: amistad,
mujer, hijos y el éxito en los negocios.Uno llega a obtener lo que desea
si de veras se esfuerza en conseguirlo.
La insistencia es la clave del acierto.La piedra que se encima persistente
sobre sus compañeras de sendero,
logrará que tropiece alguien en ella.Estoy muy satisfecho de mí mismo
pues sé rectificar. Y comprobado
que amigos, mujer, hijos y negocios
siempre me molestaban y agobiaban,
los dejé sin aviso y sin reparos.Y he vuelto con alivio a mi yo joven,
a mi ser seco, huraño y solitario.
Y estoy muy satisfecho de mí mismo.José María Fonollosa
Así como un tiene el derecho a la identidad,
(o a ser yo uno mismo, mísmísimo yo,
rey absoluto del trono de la mismidad,
del uno y no otro, de la inevitabilidad
de lo que se es y no lo demás )
a conocer su nombre, su origen, su patria;
quiénes son sus amigos, sus vecinos,
a la tribu, a su moral y a la posibilidad de minarla;
así como uno tiene derecho a ser,
también tiene derecho a no ser.
A no verse en fotografías
de hace un año, dos, quince años.
A no reconocerse en el nombre
que otras personas pronuncian,
a no contestar a las cartas,
a los correos, a las llamadas,
no trato de la muerte
porque es la desagradable
vedette invitada a cada fiesta
a cada casa
a cada familia
hablo de algo más sencillo
dejar de existir
agotando lentamente
cualquier movimiento
borrando cualquier rastro
de nuestros actos
hasta la paralización
absoluta
de la vida
todo
tiene derecho a desaparecer,
todo
tiene derecho a ser nada.