De dónde vienen las ilusiones (del teatro)

Pero entenderéis el vértigo que supone hablar a semejante auditorio. Escribo a amigos de la universidad, del trabajo, conocidos de Irlanda, Francia, Inglaterra, gente con quien compartí copas y confidencias, gente con quien compartí algo más que copas y confidencias: un espacio intelectual, sexual, emocional. Profesores respetados, escritores admirados, directores de teatro, cine, famosos y no famosos; nombres que suenan en mi cabeza a diario y nombres que suenan de vez en cuando. Es imposible encontrar un lenguaje común (y por eso la tarea imposible del escritor).

Estrenamos una obra. Mi hermano y yo. Más bien mi hermano. Hasta ahí todo normal. Se titula Cuerpo dividido, y se estrena el 1 de marzo. La función empieza a las 21.00 en la Sala Bululú en Madrid. http://www.bululu2120.com/teatro/ La entrada debe costar 10 euros, más o menos, pero como no organizo yo el cotarro, a lo mejor son menos.

Se pueden comprar en Atrápalo.

La obra va de unos tipos que van a casarse. Pero antes de pasar por el trago, quieren probar algo distinto y moderno, y en esa excavación hacia lo hondo acaban por encontrarse con ellos mismos, fatalmente.

Podéis ver un teaser aquí, para que sepáis de qué va la historia:

La obra además está titulada a partir de un poema de Jorge Eduardo Eielson, titulado Cuerpo Dividido, que habla mejor del corazón de la obra.

Si os escribo a riesgo del ridículo, es porque yo apenas tengo nada que ver con esta obra. Es decir: yo la escribí, más allá, ha sido todo trabajo de mi hermano. A quien quiero mucho y quien no sabe nada de este correo. Mi hermano ha tomado un texto de un autor desconocido y durante un año se las ha visto y deseado para ponerlo en escena. Doce meses. Una obra se tarda en montar unas seis semanas de media, y si le ha llevado 52 no es por falta de voluntad. Cuatro paneles de actores se cayeron del programa. Dos salas la retiraron de la programación. El IVA para espectáculos subió del 7% al 21% y gracias a un formidable
pero poco práctico sentido del honor, la compañía de teatro de mi hermano (formada por él mismo y cuyo único integrante es él mismo) nunca ha recibido o pedido una subvención. Así que doce meses de trabajo se agotarán en apenas unos días, 90 minutos por sesión. Gracias a la inestimable colaboración de dos actorazos como Naiara y Marcos, la cosa ha podido salir por fin adelante.

Creer en algo con tanta intensidad como para emplear doce meses de tu vida sin cobrar un duro requiere algo más que ilusión, o fe, o pasión, u obstinación. Requiere unas ganas de amar imposibles, fuera de lo común. Ganas que se deberían desprender en cada momento de nuestra vida, pero ganas que cuando se ponen en tiempos turbulentos, denotan un carácter heroico.

Lo único que quería hacer por mi hermano y sus acgores era esto. Tratar de darles las gracias llenando la sala.

Gracias a todos por vuestra paciencia y un abrazo. Gracias.

Raúl Quirós Molina

Comentarios

[…] por casa de Bárbara y Sergio), y también una cantidad ingente de tiempo de trabajo como esto, o esto, o esto. La fortuna ha querido que los tres tengamos un vínculo fuerte con las mismas ciudades, ya […]

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