Mes: septiembre 2015

Recuerdos de Londres: Una carrera en Finsbury Park

Quedando el tercero.

Quedando el tercero.

Nunca me gustó el deporte. Nunca gané una carrera, ni salvé un penalti, nunca metí un gol en el último minuto, ni fui el alero fundamental en el equipo de baloncesto. Dame integrales y derivadas parciales, matrices, la teoría eidética de Platón: eso sí. Dame un balón y comienza el festival del horror.

Tuvo que ser en Londres donde me diera un día por salir a correr. No una vez, ni dos, sino varias veces en meses (y ahora años). Llevaba una mochila con las zapatillas y cuando salía de la City hacía los cinco kilómetros que me separaban de mi casa. A veces paraba y a veces los hacía del tirón. A veces daba una vuelta. Terminé corriendo diariamente los 14 km. que me separaban de mi siguiente trabajo en Canary Wharf hasta Walthamstow.

Y tenía que ser aquí, en Londres, en mi primera carrera popular, en Finsbury Park en donde quedé tercero. Después vendrían la maratón de Atenas y la de Madrid. Nunca me seleccionaron para la de Londres. Qué alegría me llevé aquel día que quedé tercero en Finsbury Park.

Recuerdos de Londres: Hampstead Heath

West End from Hampstead Heath

A Hampstead Heath fui solo la primera vez, en 2011. El tiempo ya era amable en aquella parte del año. No sabía que el Heath estaba dividido en dos parques, uno para las familias y otro que se asemeja más a un bosque, para paseantes despistados y amantes. Me perdí en los caminos del bosque y me quedé en silencio por primera vez desde que llegué a la ciudad en 2010. Un silencio arropador.
Durante los años siguientes fui allí a correr, a meditar, a volar una cometa gigantesca, a que me desvelaran las tradiciones del año nuevo persa.
A contemplar el horizonte londinense desde Primrose Hill. Cuántos colores puede tener un domingo.
A escribir unos cuántos poemas que ya perdí.

Los recuerdos que me quedarán de Londres: Introducción

Apenas me quedan unos meses para marcharme de esta ciudad y volver a la península a escribir, amar, vivir. Llevo cinco años en Londres y estoy cansado. Decía Samuel Johnson que quien está cansado de Londres, está cansado de la vida. Tal vez porque la vida en Londres me ha cansado, he decidido buscar nuevas vidas.

Cinco años dan para muchos recuerdos y en estos momentos de transición tengo el vicio de reprochar a esta ciudad todos aquellos tiempos en que fue injusta y vil conmigo. Y no me quiero ir así.

Así que durante los próximos meses voy a tratar de hacer las paces con una memoria pobre  e ir publicando los noventa mejores recuerdos que me ha brindado Londres.

Porque quizá algún día tenga que volver a vivirlos. Porque quizá, tú, que vives en Londres o piensas hacerlo, te toque recordarlos.