Ayer me quedé dormido en el coche. Me despertó el ruido de la tormenta contra el parabrisas, lluvia que no paró hasta llegar a casa. Y para celebrar tan emotivo acontecimiento (soy un romántico indefinible), escribí el tercer poema de las constructoras, a la regular estela del último éxito desta web.
Ferrovial o La fábula del lechero
Nunca te dirá no conduzcas hoy
nunca te dirá tenemos que visitar a mi madre
nunca te dirá el niño es tuyo
nunca te dirá ella te ha vuelto a llamar
nunca te dirá sin ti no soy nadie
o por favor no te enfades
no me golpees en la cara
estás enfadado
jamás volverás a verme
o me enciendes como una tea
cambia de canal
estás engordando
estás borracho.Nunca te dirá ven a mi casa esta noche.
Nunca te dirá ¿estás solo? ¿Solo? ¿Solo?
Solo. Solo.
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